Monasterios ExtremeñosYuste, Guadalupe, Alcántara, Cáceres, Llerena, Zafra, Coria, Trujillo
Los Monasterios, durante el medievo eran autenticas escuelas de hostelería hasta el barroco, que entro en declive.
Los soldados Franceses, con la invasión Napoleónica, saquearon las bibliotecas de los Monasterios donde se encontraban los recetarios que durante siglos los monjes habían recogido de las diferentes culturas asentadas en la península ibérica. Según el gran cocinero Frances Escoffier “fue el mejor trofeo, la única cosa ventajosa que consigue Francia de aquella guerra.”
Con el descubrimiento de America se introdujo el pimiento, la patata y el tomate
Como anécdota la famosa tortilla francesa, en los recetarios de los Monasterios se llamaba tortilla de Cartuja, una muestra de la apropiación de nuestra gastronomia.
- Todo tipo de Caza Mayor
- Bacalao Monacal y a la Encomienda
- Pichones a la Salvia.
- Becada, Faisán y Perdiz
- Tortilla Cartuja (tortilla Francesa)
- Conejo a la Teja.
- Gazpacho de Pastor.
- Dulces
- Monumenteras
- Alfajores
- Téculas
- Piñonates
- Flores
- Corazones de Llerena
PIMENTÓN
El pimentón de La Vera, un producto genuinamente artesanal, único en concepto y elaboración, ha tenido el orgullo de alcanzar la categoría máxima de “Denominación de Origen Protegida”.
Con esta distinción, el Pimentón de La Vera consigue la calificación necesaria para hacer valer sus excelentes propiedades de calidad y singular modo de preparación, características muy apreciadas por el consumidor final.
Solo el microclima de La Vera, la tradición más ancestral y el legado transmitido de padres a hijos han conseguido para usted una joya de la naturaleza que siempre aportará, como condimento imprescindible, un sabor característico a todos sus platos y preparados cárnicos.
Los pimientos, del género “Capsicum” y de las variedades “Ocales” y “Bola”, dan lugar a tres tipos de pimentón: Dulce, agridulce y picante.

El ciclo de producción de pimentón se inicia en Marzo con la siembra del pimiento en semilleros y se prolonga hasta Octubre, momento en que el fruto es recogido y comienza el proceso para transformarlo en pimentón.
Los pimientos, cuidadosamente seleccionados, se someten al proceso de secado tradicional de La Vera, diferente a los utilizados en el resto de las zonas productoras de pimentón.
La leña de roble o encina, aporta el calor necesario para la perfecta deshidratación de los frutos.
El proceso es lento, de diez a quince días, durante el cual, manos expertas voltean con sabiduría los pimientos hasta conseguir el grado idóneo de secado.
Este tradicional sistema de secado, confiere al pimentón sus tres características fundamentales: aroma, sabor y estabilidad de color.
Los pimientos secos son trasladados a las industrias transformadoras en las que se procede a eliminar el pedúnculo y parte de las semillas, previo a su molienda en los tradicionales molinos de piedra.
En el transcurso de la molturación, hay que prestar especial atención a la temperatura que alcanza el producto para asegurar la obtención de un polvo rojo, fino y uniforme, de óptima calidad: el Pimentón de La Vera.